San Alejo Aleja peligros Accidentes y Robos

Buenos días esta es la milagrosa oración de la protección dorada de San Alejo para Alejar peligros, Robos y Accidentes de tu vida.

El poder de esta oracion te cubrirá de todos los riesgos que no puedes controlar y que pueden poner en riesgo tu vida como pueden ser los robos y accidentes. Si quieres salir siempre protegido de esto te recomiendo rezar esta oración completa cuando sientas que la necesites. O al menos rezarla completa una vez por semana, hazlo asi para que San Alejo este protegiéndote siempre. Comencemos

¡Glorioso San Alejo,
protector de los afligidos y
escudo contra todo mal!
Acudo a ti con el corazón
humilde y lleno de fe,
suplicando tu poderosa
intercesión para que alejes
de mi vida todo peligro, toda
desgracia y todo accidente
que amenace mi camino.
¡Tú que conoces los riesgos
ocultos y las trampas del
destino, extiende tu mano
bendita sobre mí!
Cubre mi hogar con tu
manto sagrado, para que
ningún daño, ni visible ni
invisible, pueda penetrar
en él. Guarda mis pasos
cuando camine, protege mi
camino cuando viaje, y vela
por mí en cada instante de
mi vida.
¡Oh, San Alejo, defensor
contra las fuerzas del caos
y el infortunio, no permitas
que la desgracia se
acerque a mí!
Que ni el fuego, ni el agua,
ni la violencia, ni el azar
tengan poder sobre mi
cuerpo o mi espíritu.
Aparta de mí las malas
intenciones ajenas, los
peligros de la noche
y los riesgos del día,
los imprevistos que
acechan en las sombras.
¡Te ruego, santo protector,
con lágrimas en el alma,
que apartes de mí todo
accidente cruel!
Que los vehículos que
transiten cerca de mí sean
guiados por ángeles,
que las herramientas en
mis manos no se vuelvan
en mi contra, que ningún
elemento de la naturaleza
se alce para herirme.
¡Que tu poder disipe las
amenazas antes de que
lleguen a mí!
¡San Alejo, mi refugio en la
tormenta, no me abandones
en la hora del peligro!
Si las fuerzas del mal
conspiran contra mi seguridad
desbarata sus planes con tu
divina autoridad.
Si la mala suerte ronda mi
destino, cámbiala por tu
gracia protectora.
Que ni la enfermedad, ni la
traición, ni el accidente
imprevisto logren quebrantar
la paz que pongo en tus
manos.
¡Oh, santo invencible, haz
que tu presencia sea mi
armadura! Que ningún
peligro, ni físico ni
espiritual, pueda traspasarla.
Que tu luz ilumine mis
senderos, para que evite todo
precipicio y toda trampa.
Que tu nombre sea un
baluarte contra la desdicha,
y que bajo tu amparo, yo viva
en seguridad y confianza
¡San Alejo, escucha mi
clamor! No permitas que el
dolor, el sufrimiento o la
fatalidad oscurezcan los días
que me quedan por vivir.
En ti deposito mi esperanza
y con fe inquebrantable,
creo en tu poder para
guardarme.
¡Que así sea, por los
siglos de los siglos!

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