Oración Secreta del Papa Francisco para Protección divina

Buenos días a todos, esta es la oración secreta del papa Francisco para pedir la paz y la protección de Dios. Las palabras de esta oración son muy antiguas y poderosas ya que ha sido conservada muchos años en su idioma natal el latín.

Pero hoy a sido revelada y aquí la tienes en español para que Tu también puedas rezarla y tener así la paz y protección de Dios así como la tubo el santo padre. Comencemos

Oración Secreta del Papa Francisco para Protección divina

¡Oh Dios misericordioso,
Padre de bondad y fuente de
todo consuelo!
Escucha mi clamor en este día,
clamor que brota desde el fondo
de mi corazón.
Reconozco Tu grandeza y
Tu amor infinito.
Tú, que eres nuestro refugio y
fortaleza, escucha esta humilde
súplica que envía tu siervo.
Te pido, Señor, que me protejas
Guárdame bajo el manto de Tu
misericordia, como un padre
protege a su hijo.
No permitas que el mal,
la angustia o el miedo
toquen mi vida.
Sé mi escudo en la batalla
diaria, mi luz en la oscuridad
y mi fuerza en la debilidad.
Protege mi cuerpo de todo
peligro visible e invisible.
Guarda mi mente de
pensamientos de desesperanza
y confusión.
Cubre mi espíritu con Tu paz,
para que nada ni nadie
pueda robarla.
Te pido, Dios mío, que me des
Tu paz. Esa paz que sobrepasa
todo entendimiento, la que solo
Tú puedes dar.
Que no sea como la paz del
mundo, frágil y pasajera,
sino como la Tuya: eterna,
profunda y transformadora.
Querido Padre de los cielos
Calma las tormentas que agitan
mi corazón. Silencia los ruidos
del mundo que me distraen
de Ti. Lléname de Tu serenidad,
para que, incluso en medio de las
pruebas, mi alma descanse en Ti.
Te pido, Padre amoroso,
que seas mi guía.
No quiero caminar solo, porque sé
que sin Ti, nada puedo hacer.
Toma mi mano y condúceme
por senderos de justicia,
de amor y de verdad.
Ilumina mis decisiones, para que
siempre elija lo que Te agrada.
Fortalece mi fe, para que nunca
dude de Tu presencia en mi vida.
Ayúdame a confiar en Tus
planes, aunque no los comprenda.
Te ofrezco, Señor, mi gratitud
Porque sé que ya me escuchas,
que ya estás obrando en mi vida,
incluso antes de que termine esta
oración. Gracias por Tu fidelidad,
por Tu amor incondicional
y por nunca abandonarme.
Te alabo en los días buenos
y en los difíciles.
Te entrego mis temores
y mis sueños.
Confío en que Tu voluntad
es perfecta. Cierra mis heridas,
sana mi alma. Lava con Tu sangre
preciosa todo dolor, todo
resentimiento y toda tristeza.
Hazme instrumento de Tu paz,
para que lleve a otros el consuelo
que hoy recibo de Ti.
Por Cristo nuestro Señor
Amén.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*