Esta es la poderosisima oración de la victoria de San Miguel Arcángel y te ayudara a cortar y liberarte de las brujerías mas fuertes que te han hecho tus enemigos.
Por mas fuerte, peligrosa o destructiva que sea la brujería que tengas encima y por mas que te digan que no puede quitarse ni limpiarse esa brujería con la ayuda de San Miguel Arcángel podrás hacerlo, para esto deberás rezar esta oración completa como esta aquí y hacerlo un total de tres días, hazlo así con convicción y líbrate ya de ese mal¡¡ comencemos
VENCER Brujerias Con la Oracion de la victoria de San Miguel
Oh, glorioso San Miguel
Arcángel, guerrero invencible¡
capitán de las milicias
celestiales y defensor de
la Luz Divina!
Hoy me postro ante ti con
el alma en llamas,
clamando tu poderosa
intercesión.
Tú, que aplastaste la
cabeza del Dragón
Infernal con tu espada de
fuego, despliega ahora
tu ira sagrada contra todo
hechizo, maldición y
embrujo que pretenda
dañarme.
¡Por el poder de Dios
Todopoderoso que te elevó
como Príncipe de los
Ejércitos del Cielo, te pido,
San Miguel: que despedaces
toda cadena oscura
que me ata, que aniquiles
todo maleficio lanzado
contra mí, Y que reduzcas a
cenizas toda obra de brujería!
¡San Miguel, escudo
impenetrable! Cubre mi
cuerpo y mi espíritu con
tu armadura divina.
Que ningún conjuro,
ningún ojo maligno, ningún
trabajo de magia negra
pueda traspasar tu barrera
de protección.
¡Que los demonios huyan
al escuchar tu nombre,
que los brujos tiemblen
al sentir tu presencia, y
que sus maldiciones se
reviertan contra ellos
con triple fuerza!
¡Te invoco con furia
sagrada, Arcángel de la
Justicia Celestial!
Derrama tu aceite de
victoria sobre mi vida.
Marca mi frente con la
Cruz de tu espada invencible.
Envía tus legiones de
ángeles para arrasar todo
lazo de tinieblas.
¡Juro ante ti, San Miguel, que
alzaré tu nombre en gratitud!
Compartire esta oraciòn en
tu honor, y proclamaré tu
grandeza. Pero hoy, en
este momento de batalla,
exijo tu intervención
inmediata:
Que todo hechizo se queme
en el fuego de tu gloria.
Que todo envidioso que me
haya lanzado maleficios
caiga derrotado. Que su
brujería se estrelle contra
el muro de tu poder.
¡No permitas, oh Campeón
del Señor, que las sombras
triunfen! Líbrame,
defiéndeme y lléname de
tu fuerza guerrera.
Que mi victoria sea tu
victoria, y que mi libertad
espiritual sea testimonio
de tu dominio sobre el mal
¡Amén, amén, amén!
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