Larvas Astrales y otros Peligros

Cada uno de nosotros es poseedor de una determinada cantidad de energía vital. Eso es lo que hace que podamos vivir equilibradamente, encontrándonos en un buen estado de salud física y emocional.

Sin embargo, muchas veces nos damos cuenta de que nuestro equilibrio se ve comprometido, y que no estamos pudiendo gozar de nuestra vida de la manera en que deberíamos poder hacerlo.

Pues bien, muchas pueden ser las causas de nuestro desbalance. Sin embargo, una de las causa más recurrentes es la acción de las llamadas Larvas Astrales.

Estas larvas son una amenaza para el bienestar de la persona, ya que pueden comprometer la salud en todos sus aspectos, y causarnos una pérdida de energía muy grande.

En esta ocasión vamos a hablar de estos parásitos, de su acción y de la importancia de limpiarnos y prevenirlos.

Qué son las larvas astrales

Se dice que las larvas astrales, como se las conoce, no son ni más ni menos que residuos de la energía no saludable originada en la mayoría de los casos, de los pensamientos y actitudes negativas emitidas por las personas. La energía que una persona tiene en su aura se carga a partir de lo que se genera en los distintos estados emocionales que esa persona atraviesa. Esa nube de energía es lo que conocemos como densidad. Cuando estos residuos se acumulan, dan lugar a un tipo de forma de energía completamente involuntaria: las larvas astrales.

Estas formas de energía tienen la capacidad de alojarse en diferentes regiones específicas del cuerpo de la persona, dependiendo de qué tipo de energía sea de la que se alimente. Pueden alojarse en el pecho, la cabeza, la espalda, etc.

Además, en lugares donde existe acumulación de energía negativa y estancada, como hospitales, cementerios, etc. se corre el riesgo de adquirir una de estas larvas astrales.  También sucede que se transmitan durante el acto sexual, pues en él no se da solamente un intercambio de fluidos, sino también un intercambio emocional y de energías.

Como se alimentan las Larvas Astrales

Como sabemos, estos parásitos se alimentan principalmente de la energía vital de personas que están atravesando un momento de debilidad física o psicológica, tanto como de aquellos que normalmente lleven a cabo procesos mágicos que les demanden una gran cantidad de energía.

Los métodos que las larvas astrales utilizan para alimentarse varía según algunas características. Para empezar, el tamaño de la larva. Mientras que es más común encontrarnos con larvas jóvenes o pequeñas, puede también pasar que nos enfrentemos a verdaderos monstruos de dimensiones considerables. Las larvas astrales pequeñas tienden a saltar de un cuerpo huésped a otro con mucha frecuencia, por lo general en el momento que han logrado absorber gran parte de la energía vital de su víctima.

Mientras más grandes las larvas, como es de esperar, mayor es el peligro que representa. Y tienen la capacidad de alimentarse de su víctima de una manera mucho más agresiva, hasta dejarla completamente vacía. Las larvas astrales mayores sólo cambiarán de presa en caso de la muerte de la persona, o por una víctima que les ofrezca mayor fuente de alimento.

Efectos que causan las larvas astrales

Las personas que están siendo víctimas de estos parásitos reportan una sensación de cansancio constante que no parece verse afectada incluso cuidando las horas de sueño, la alimentación o la práctica de ejercicio regular. Además, se encuentran ante la presencia continua de pensamientos negativos. Muchos incluso dicen sospechar que no les pertenecen, pues no son pensamientos comunes en ellos. Es normal en las víctimas de larvas astrales el desarrollo frecuente de reacciones emocionales como la agresión, el miedo, la depresión, la ira, la vergüenza y la incomodidad.

El cansancio general provoca también una disminución en el sistema inmunológico, lo que predispone al huésped al desarrollo de los demás síntomas que en otras circunstancias no podrían darse en el cuerpo.

La emisión de energía que este estado provoca hace de la persona el entorno específico que la larva busca para su desarrollo.

Como esto no tiene una manifestación visible, la presencia de larvas astrales rara vez es detectada por personas que no han sido capacitadas para esto. Sin embargo, siempre se manifiestan internamente. Son frecuentes los problemas para dormir y las pesadillas. Algunas personas han reportado una sensación de opresión en el pecho, como una fuerza que los presiona hacia abajo.

El estado anímico personal se ve agravado, hasta el punto en que pueden darse ataques de pánico inexplicables y enfermedades de procedencia misteriosa.

Según los expertos, del cuarenta al sesenta por ciento de los problemas que comprometen la psiquis de la persona están relacionados con la participación aunque sea temporal de una larva pequeña. Y del cinco al diez por ciento, las larvas astrales son responsables de todo el problema.

Limpiarce las larvas

Para protegernos de las larvas astrales se puede incurrir en algunas soluciones simples, aunque como siempre, lo mejor es prevenirlas antes de que se instalen. Para eso, hay quien recomienda limitar lo más posible el cuerpo energético. De esa manera, la persona puede pasar desapercibido y no llamar la atención como potencial víctima.

Además, las purificaciones con alcanfor, benzoína o limón será suficiente para mantenerlas alejadas.

Sin embargo, si ya conoces una víctima de las larvas astrales y quieres ayudarla, es importante que se distinga el tamaño de la larva en cuestión.

Para las larvas astrales más pequeñas puedes hacer ejercicios de visualización de energía positiva, la cual será transmitida a la larva. Esto si bien no las elimina, tiene un efecto repulsivo poderoso. El ritual del pentagrama tendrá un efecto similar.

Para una larva que se encuentra muy firmemente aferrada, lo que puedes hacer es tomar un baño y derramarte aceite esencial de limón o infusión de cáscara de limón. Además, si la mezclas con absenta se volverá un método más agresivo para la larva.

Es muy común que en estos casos el parásito tenga una fuerte reacción, por lo que puedes llegar a sentirte atravesado internamente por una sensación de mucho frío, incluso puedes sentirte enfermo o con náuseas. Es normal.

Sin embargo, este método ha probado eliminar las larvas astrales aproximadamente en ocho de cada diez casos.

Las larvas astrales pueden significar un problema serio para la salud de la persona que las padece, y además para los que conforman su entorno más cercano. Es por eso que ante la duda, es mejor recurrir a ayuda profesional para asegurarse de estar tratando la situación de la manera en que se debe.

Además, como las larvas astrales se generan primeramente de pensamientos, aquel que sea capaz de engendrar una establecerá un vínculo con ella. Y ese vínculo permanecerá incluso cuando esa larva pequeña haya cambiado de huésped. Es por eso que siempre es recomendable que una vez que la larva ya no esté parasitando, se lleve a cabo un trabajo psicológico y de introspección para evitar y prevenir que esta situación se dé nuevamente.

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